Las patologías asociadas a
transmisión alimentaria pueden ser de dos tipos: infecciones
alimentarias producidas por la ingestión de microorganismos o
intoxicaciones alimentarias producidas como consecuencia de la ingestión
de y toxinas bacterianas producidas posr microorganismos presentes en los
alimentos. En ciertos casos, pueden producirse alergias
alimentarias causadas por la presencia de microorganismos.
En cualquier caso, para que se produzca una toxiinfección es
necesario que el microorganismo haya producido:
a) Suficiente número para colonizar el intestino.
b) Suficiente número para intoxicar el intestino.
c) Cantidades de toxina significativas.
Los tipos de microorganismos patógenos con importancia
alimentaria comprenden bacterias, protozoos y virus, en el caso de las
infecciones alimentarias, y bacterias y hongos (mohos) en el caso de las
intoxicaciones.
Para que una bacteria pueda causar una infección, además de las
condiciones anteriores es necesario que el microorganismo presente un rango de
temperaturas de crecimiento compatible con la temperatura corporal de los
organismos superiores (40ºC). Esto es la causa de que patógenos vegetales no
sean patógenos animales y que la mayoría de psicrófilos y psicrótrofos no sean
de gran relevancia en patología.
Por su parte, un virus será patógeno únicamente en el caso de que
las células animales presenten los receptores necesarios para que el virus
pueda adsorberse a ellas. Esta es la razón por la que hay especificidad de
reino entre virus animales, vegetales y bacterianos sin infecciones cruzadas
entre reinos.
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